¿Qué harías si te dijéramos que las empresas que se jactan de ser modernas y progresistas están, en muchos casos, excluyendo a un talento invaluable solo por la edad? ¿Es acaso la edad un factor legítimo para rechazar a alguien, o estamos perpetuando un sistema de discriminación encubierta?
Es común escuchar que las empresas prefieren «nuevas ideas», «mentalidades frescas» o «perfiles jóvenes» para encajar en su cultura. Pero, ¿es esta realmente una elección estratégica basada en la búsqueda del mejor talento? O, por el contrario, estamos cayendo en un prejuicio sutil que está limitando a los profesionales con más experiencia de la oportunidad de aportar su sabiduría.
Si de innovación se trata, la juventud no es la única fuente. Los candidatos con años de experiencia no solo traen consigo un profundo conocimiento del sector, sino también una perspectiva amplia y equilibrada, crucial en tiempos de incertidumbre. Sin embargo, muchas empresas optan por excluirlos, asumiendo erróneamente que no pueden adaptarse a las nuevas tecnologías o a un entorno laboral más dinámico.
El problema no es que los más jóvenes no tengan mucho que ofrecer, sino que estamos ignorando todo lo que los más experimentados pueden contribuir a un equipo. Y al hacerlo, estamos perdiendo una oportunidad de oro para crear ambientes laborales más equilibrados, donde la energía juvenil y la sabiduría adquirida con los años se complementen mutuamente.
En Perú, la Ley N° 27.281 y su normativa complementaria establecen que la discriminación laboral por razones de edad está prohibida. Esta ley protege tanto a los trabajadores jóvenes como a los de mayor edad, asegurando que su acceso al empleo no sea condicionado por prejuicios relacionados con su etapa de vida. Las empresas que rechazan a candidatos solo por su edad podrían estar incurriendo en una infracción legal, además de perder la oportunidad de aprovechar todo el potencial de talento disponible.
La verdadera inclusión debe incluir también a todas las edades. En lugar de ver la experiencia como un obstáculo, las empresas deben reconocerla como un activo esencial. No se trata solo de llenar un puesto, sino de construir un equipo capaz de navegar y prosperar en cualquier desafío.
Así que, la próxima vez que estés revisando un perfil, pregúntate: ¿Estoy descartando talento valioso solo por la edad? Tal vez, la mejor decisión no sea la que esperabas.
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